Otro imprescindible: BISUTERIA.

Entre los complementos de una mujer, para mí, la bisutería es una parte muy importante y fundamental. Ayuda a dar otro toque a nuestro look, más moderno, más sofisticado, más clasico, etc... dependiendo del acontecimiento y sin tener que invertir en nuevas prendas. Con las mismas prendas y diferente bisutería podemos hacer que una prenda parezca nueva y totalmente distinta. Estos son los estilos para esta temporada.

Estilo étnico

El estilo étnico esta de moda en los últimos tiempos, ya que es perfecto para los looks más casual. Para llevarlo, basta por apostar por estampados tribales, pinchos, flecos, collares de varias vueltas con cuentas, combinaciones de gran número de pulseras, brazaletes anchos y colores llamativos. Las prendas perfectas para llevarlos serían aquellas de colores básicos o claros,así la bisutería tomará todo el protagonismo.

Aire lady

El resultado más femenino, elegante, sofisticado es aquel en el que los elementos como la pedrería, las perlas y los brillantes adquieren el protagonismo principal. Su versión blanca, negra, dorada o plateada, muestra conjuntos perfectos para look de noche o acontecimientos formales. En los últimos tiempos han aparecido piedras de colores para llevar estos accesorios en nuestro día a día.

Minimal

Para buscar un buen look no siempre tenemos que usar piezas grandes de bisutería. Con piezas minimalistas le daremos un toque romántico y cuidado. En este sentido, estrellas, mariposas, buhos,  lunas, cruces, o diseños con mensajes de amor y positivos son los más abundantes. Llevarlos con vestidos de aire dulce, como el encaje blanco o beige, camisetas simples, para crear cierto aire vintage muy femenino.

Retrofuturista

El retrofuturismo consiste en mezclar piezas de acabado retro, como suele resultar con pendientes o broches grandes o de predería, pero aportándoles cierto aire más del fúturo mediante la utilización de colores llamativos y alegres. El resultado son piezas alegres, llamativas, con gran presencia, suficientes como para convertirse en el centro de atención de cualquier estilismo, ya sea diurno o nocturno.